
El tratamiento periodístico del crimen de Nora Dalmasso en su casa de un country de rió Cuarto, Provincia de Córdoba, divide opiniones y conductas sobre la ética profesional del periodismo, pero también sobre la doble moral en la sociedad.
Los medios arman una escena de base melodramática que en vez de mencionar la investigación respecto al asesinato, empiezan a discutir y hasta a inventar situaciones respecto de las prácticas sexuales de quienes estaban en la escena. Al punto de que incorporan todas aquellas figuras que en los últimos años, sobre todo durante el menemismo, fueron parte del escándalo que los medios producían sobre prácticas sexuales. Además los medios han armado un paralelo de clase con amas de casa desesperadas porque hablan de un country, que en realidad no lo es, sino que es un barrio especial de la ciudad. Ese paralelo ignora el funcionamiento político de muchas ciudades, donde su escala no se mide en términos de cantidad de población sino de influencia económica en los mercados locales y globales.
En conclusión los medios están más interesados en los detalles de su vida sexual que en los asesinos, y por eso la muerte intencional de una persona pasa a segundo plano.
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