viernes, 16 de noviembre de 2007


Derechos violados por los medios

Los medios de comunicación al exponer el caso violaron los siguientes derechos:
Art. 19 de la constitución nacional: derecho a la intimidad, al no tener en cuenta este derecho los medios expusieron la vida privada de la victima, allegados de la misma (incluyendo su familia) y sospechosos del asesinato.
Art. 32 del Código Penal. Insta a "respetar la privacidad de las personas" y señala el límite: "Sólo cuando se viera afectado un bien o valor público por un aspecto relacionado con la intimidad de una persona, puede prevalecer el derecho a la información de los ciudadanos por sobre la privacidad de un particular".
Art. 33 del Código Penal. Restringe la posibilidad de referencias a la orientación sexual, la etnia y otras particularidades individuales a cuando "ello fuera indispensable para comprender la información y dicha referencia no resultara ofensiva ni discriminatoria".
Otras disposiciones exigen garantizar el principio de inocencia y respetar el derecho de las víctimas de una tragedia o de sus familiares a exponerse a la prensa o a rehusar la requisitoria periodística.

martes, 6 de noviembre de 2007


El caso dalmasso,
un ejemplo de asalto a la intimidad


En algunos casos los medios suelen ser violentos. Facundo Macarrón bien lo sabe, no solo por la guerra de cámaras y codazos en las puertas del juzgado, si no por los acercamientos de todo tipo que han intentado con el.
Esta devastación del terreno de lo privado no es sorprendente en la lógica audiovisual. Al mirar los titulares, lo que aparece como nuevo es esta afirmación permanente de que Facundo Macarrón es gay. Su condición homosexual y la absurda acusación de que “duerme con su madre” parece al servicio de la criminalización de un tipo de deseo que no entra en la norma.
Otro ejemplo que va en contra del derecho a la intimidad de la victima, fue la publicación de las fotos sacada por los peritos cuando encontraron el cuerpo sin vida de Nora Dalmasso.
Los medios se han preocupado en destrozar la intimidad y tranquilidad de una familia, sin tomar en cuenta sus sentimientos.
A 11 meses del asesinato de Nora Dalmasso

A casi un año del asesinato de Nora Dalmasso los medios no dejan de escribir la vida privada de la victima y la de su familia.

Hasta el momento no se ha encontrado un culpable al asesinato de Nora Dalmasso, pero los medios se han encargado de desprestigiar y atentar contra la intimidad de la victima y la de su familia.

Otros prefieren no pensar en eso: sólo observan que, desde que ocurrió el crimen el 27 de noviembre, la noticia ha sido la más "consumida" por el público en todo el país y... facturan en consecuencia. Ni las papeleras ni el fallo sobre la pasificación superaron a la historia de la mujer ahorcada en su casa luego de tener relaciones sexuales consentidas, mientras su esposo y sus hijos estaban de viaje.
Hay todavía muchísimos temas de indudable interés público que no ocupan titulares en los principales diarios y canales de televisión del país. Las licitaciones públicas, la omisión en el control, los daños ambientales, la injerencia indebida en la Justicia, la infancia desprotegida, las redes de prostitución infantil, la ruta de la droga, el contrabando, las maniobras de evasión impositiva de grandes conglomerados económicos y los gastos reservados merecen el silencio de muchos, un silencio que se vuelve espeluznante. Tanto, como la irresponsable vocinglería que mató cien veces a Nora Dalmasso.
Varios son los artículos del Código de Ética de Fopea que no han sido respetados en la cobertura que los medios incluso varios de los que se dicen "serios" han realizado sobre el asesinato de Nora Dalmasso.
El ser periodista debería implicar el compromiso con la ética propia de la profesión, como el ser médico o ingeniero lo suponen. Esto deviene de que la información es un bien social y no simple mercancía.
Además, la libertad que se han tomado medios y periodistas con la vida personal de Dalmasso, han hecho de este caso, un morboso "hit del verano".
Facundo Macarrón
“en el Ojo de la Tormenta”

El joven además de ser considerado sospechoso del asesinato de su madre, sufre el asecho periodístico en su vida privada, poniendo en duda su condición sexual.

Desde el momento en que fue encontrado el 27/11/06 el cuerpo sin vida de Nora Dalmasso, los medios han hecho un festín periodístico.
Al asesinato de Nora Dalmasso, vasta agregar la falta de ética de los medios de comunicación al violar varios derechos en búsqueda de la información.
El hijo de la victima, Facundo Macarrón, ha sido el más afectado ya que la prensa no ha sido cuidadosa al exponer su vida intima.
La devastación del terreno de lo privado por parte de los medios hacia Facundo Macarrón ha sido implacable, en esencial al exponer la condición sexual del joven, y remarcando con tanta contundencia su condición de gay.
Facundo Macarrón es además uno de los sospechosos del asesinato de su madre.
Daniela Gutiérrez, investigadora y ensayista, rastrea las explicaciones de este “desmadre” de los medios sobre el sujeto acusado en la matriz de lo “monstruoso”. “El criminal es siempre un monstruo que irrumpe. Lo que lo hace monstruo es en general el objetivo de su acción inmotivada y dañina.
Saintout, autora de “El futuro llegó hace rato: jóvenes y culturas contemporáneas”, esta sociedad necesita “visibilizar los monstruos para marcar la normalidad”. Quizás así se explique el festejo de algunos medios porque “Facundo dio la cara”, como si el muchacho tuviera una obligación para con el relato mediático. Claro que nada de lo que ocurra en los medios deja de suceder en la sociedad que los consume.

lunes, 5 de noviembre de 2007

El caso Dalmasso y los Medios

El tratamiento periodístico del crimen de Nora Dalmasso en su casa de un country de rió Cuarto, Provincia de Córdoba, divide opiniones y conductas sobre la ética profesional del periodismo, pero también sobre la doble moral en la sociedad.

Los medios arman una escena de base melodramática que en vez de mencionar la investigación respecto al asesinato, empiezan a discutir y hasta a inventar situaciones respecto de las prácticas sexuales de quienes estaban en la escena. Al punto de que incorporan todas aquellas figuras que en los últimos años, sobre todo durante el menemismo, fueron parte del escándalo que los medios producían sobre prácticas sexuales. Además los medios han armado un paralelo de clase con amas de casa desesperadas porque hablan de un country, que en realidad no lo es, sino que es un barrio especial de la ciudad. Ese paralelo ignora el funcionamiento político de muchas ciudades, donde su escala no se mide en términos de cantidad de población sino de influencia económica en los mercados locales y globales.
En conclusión los medios están más interesados en los detalles de su vida sexual que en los asesinos, y por eso la muerte intencional de una persona pasa a segundo plano.